Desde sus inicios con la revolución industrial hasta la actualidad, el mantenimiento se ha convertido en una pieza fundamental, para el funcionamiento de maquinaria o de cualquier instalación industrial.
Con la llegada de la Primera Guerra Mundial y la puesta en marcha de una producción en serie, las fábricas de Pasos tuvieron que establecer programas de producción mínimos, por lo que empezaron a sentir la necesidad de crear equipos que pudieran realizar el mantenimiento de las máquinas de la línea de producción en menor tiempo.
Así surgió un órgano subordinado a la operación, cuyo objetivo básico era la ejecución del mantenimiento, conocido hoy como mantenimiento correctivo.
Todo eso ocurrió, hasta que en 1950 un grupo de ingenieros japoneses iniciaron un nuevo concepto de mantenimiento donde su enfoque era ser más cuidadosos con los aparatos que utilizaban, ahí surgió el mantenimiento preventivo.
A partir de 1966 con el fortalecimiento de las asociaciones nacionales de mantenimiento y que la sofisticación de los instrumentos de protección y medición, ngeniería de mantenimiento, comenzó a desarrollar criterios para la predicción de fallas, visualizando así la optimización del rendimiento de los equipos de ejecución de mantenimiento.
El objetivo del mantenimiento es lograr que las cosas obtengan un mejor rendimiento al momento de utilizarlas o simplemente mejorar la apariencia de maquinaria, instalaciones, etc.
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