El funcionamiento de las tejas solares ocurre de la misma manera que los paneles fotovoltaicos que ya se utilizan ampliamente en la construcción. La diferencia está en su montaje, ya que estos elementos son parte de la construcción del techo desde un inicio, es decir, conforman modularmente el nuevo techo mientras que los paneles se atornillan a un techo existente.

Las tejas están formadas por células fotovoltaicas que, cuando reciben luz solar, crean un campo eléctrico capaz de proporcionar energía eléctrica para su uso en el interior del edificio. Cada teja es conectada mediante cables al tablero de distribución de energía.

Para su funcionamiento efectivo, es necesario instalar un inversor que permita convertir la energía capturada por cada teja en electricidad. Otra alternativa es instalar un desviador solar, o un ‘sistema solar doméstico’, siempre con supervisión de mano de obra calificada.

La generación de energía a través de la captación de energía solar está directamente relacionada con la cantidad de luz solar a la que están expuestas las tejas, y esto obviamente está relacionado con el clima y la ubicación del proyecto. Cómo se puede suponer, los días soleados son más eficientes energéticamente que los días nublados.

Es esencial mantener y limpiar las tejas para garantizar su máxima eficacia. Además, se recomienda elegir tejas solares que estén dispuestas una al lado de la otra (sin superposición), al contrario de las tejas cerámicas tradicionales, ya que esto evita que se generen zonas de sombra en las que es imposible capturar la luz solar.

¿Cuando instalar tejas solares?

Se recomienda considerar la instalación de tejas fotovoltaicas si está construyendo un edificio desde cero.

Al tener un alto costo de instalación (que en aproximadamente 5 años se convierte en un ahorro considerable), las tejas solares se utilizan habitualmente en edificios corporativos que buscan certificaciones relacionadas con la sostenibilidad. Sin embargo, actualmente se instalan también en algunas viviendas multifamiliares de alto estándar, que tienen como objetivo reducir los costos de la electricidad convencional.

Es posible (y deseable) que este tipo de solución se encuentre en todo tipo de edificios, incluso (y preferiblemente) en hogares populares, ya que generar su propia energía reduce los costos de vida y aumenta la autonomía de cualquier familia.

Ventajas

– Son una excelente fuente de energía renovable para regiones con alta incidencia solar.

– Son visualmente más atractivos y discretos que los paneles fotovoltaicos tradicionales, ya que son parte del diseño de la cubierta y no se instalan después. Existen opciones que incluso imitan la apariencia de las tejas de piedra pizarra o las tejas cerámicas, pasando totalmente desapercibidas.

– Son una buena opción para la rehabilitación enrgética de edificios en áreas de conservación y/o históricas (cuando las alteraciones están autorizadas).

Desventajas

– Son nuevas en el mercado y, por lo tanto, son todavía más caras que los paneles fotovoltaicos tradicionales.

– Todavía existen pocos fabricantes y poca mano de obra calificada para su instalación. Algunos de los productores más grandes en el mercado son Tesla Solar, Hanergy y Eternit.

– A diferencia de los paneles solares, no se pueden instalar en ángulos distintos al diseño original del techo, por lo que en algunos casos es más difícil optimizar la eficiencia de la captura de energía. Sin embargo, esto puede ser una ventaja si el techo está diseñado correctamente para este propósito, desde la concepción del proyecto.

No responses yet

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *